Super Yo

Toda historia empieza con un héroe, y este somos nosotros, desde pequeños nos enfrentamos al primer paso, la primera caída, el primer día de colegio, la primera pelea en clase, el primer beso, el primer desamor, el hablar en publico, el callar en público, cada momento, cada circunstancia están basadas en lo que percibimos y en tomar decisiones, pero es muy importante la historia que nos contamos: con las experiencias vamos identificando la imagen que tenemos de nosotros, en esa identificación de nosotros mismos, podríamos tener rol de victimas o haber historias de malos, así nos quitamos poder, puesto que al sentir ese rol no nos permitimos salir de ahí. Así, ese estar y esa identificación va unida a una emoción, que tal vez, luego, se vuelva sentimiento, si la hacemos duradera. Esta emoción es la manera en que percibimos el mundo, podría ser una copia de la emoción que tenían nuestros padres, imaginemos que es enfado, o miedo, u otras… Posteriormente curiosamente, como es lo que hemos sentido durante más tiempo podemos hacernos adictos por el uso y tiempo a esa identificación-emoción y esto hace que seamos mucho menos de lo que podríamos ser, que entremos en automático, que nosotros por comodidad y zona de confort, no queramos y creamos que no queremos, que todo lo que sea salir de ahi, es incertidumbre y no saber, nos decimos que debemos seguir representando ese personaje al que nos hemos acostumbrado.

Por eso, el darse cuenta, el saberlo, el analizar porque te haces adicto a una emoción, por quien crees que eres, por como piensas que es el mundo y para que estas aquí, te puede liberar de ti mismo, puede hacerte enfrentarte a las situaciones ,desde una posición nueva, de poder, de ser, capaz de intentar cosas que no creías posibles, o de aprender con mas facilidad, o simplemente de permitirte disfrutar más cada momento.

Seguro que mi historia te recuerda en algo a la tuya, todo surgió en pandemia, aunque estábamos con la incertidumbre, el stress y la falta de contacto con otras personas, aprendimos mucho de nosotros mismos y también probamos nuevas herramientas: hacer fotos, estirar, alguna historia de imaginación, creación de historias comunes y el soltar y relajarse y entender que el control es imaginario. Saber que lo importante es lo que eres y no lo que piensas que eres.